miércoles, 25 de julio de 2012

The artist


                                                           THE ARTIST








George Valentin es un fabuloso actor de finales de los años 20, cuando el cine aún consistía en mera interpretación, ambientación orquestal y rótulos. Valentin desprende una comicidad irresistible dentro y fuera de las pantallas. La propia vitalidad humorística del actor, tanto del intérprete como del personaje, transmite una calidez indispensable en el contexto del filme para olvidar la falta de diálogos.
Valentin sucumbe y protagoniza un descenso a los infiernos. Al otro extremo, Peppy Miller encarna la cresta de la ola. Una ferviente admiradora del carismático actor que se introduce en el mundo del cine a ritmo de claqué (simbolismo fundamental en la obra) y crece conforme comprende que el significado del séptimo arte sólo es posible mediante la voz. Pizpireta, incombustible y enamorada de Valentin, Miller significa el espectador y su honda tristeza por todo lo que rodea al gran intérprete. 
En cierto modo, no hay peor aflicción que la ajena.Es un gran espectáculo que atraviesa distintas fases emocionales (diversión, alegría, euforia, rabia, tristeza, compasión) y las expone, las narra, con asombrosa sencillez. ‘The Artist’ es un revival en la forma, pero también es un revival en lo que significa: el cine como entretenimiento, las salas abarrotadas, todo aquello tan magnífico que se nos ha olvidado. Por eso George Valentin es un fracasado, pero es un fracasado necesario.

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