El MITO DE QUITUMBE
Después del diluvio
universal, las emigraciones llegaron por el mar al continente y uno de estos
pueblos nómadas se estableció en lo que ahora es Venezuela y fundó Caracas.
De estos pobladores, algunos pasaron a Sumpa, que es aquel paraje que ahora
llaman los españoles la Punta de Santa Elena, donde tuvieron una gran
población, siendo el principal de ellos un cacique llamado Tumbe o Tumba, que
con su buena industria y gobierno mantuvo su gente en paz y justicia. Este
capitán despachó gente a descubrir tierras, pero jamás volvió a saber de esta
expedición y con este pesar murió, dejando dos hijos, Quitumbe y Otoya.
Y sucedió que los descendientes de Guayanay habitaron en una isla y allí estuvieron hasta que llegó la ocasión de ser descubiertos, porque el cacique Tome, hermano de Guayanay, que gobernaba los llanos y era señor (Shyri) de Quitu, mandó perseguir a uno de sus hijos por el delito de adulterio que se castigaba con la pena de muerte, y el perseguido se aventuró con su gente al mar y llegó casualmente a la isla en que residía Atau. Por este incidente supo el cacique Atau como había mucha tierra firme por todas partes y cerca de donde estaba. Y como Atau era ya viejo y murió muy pronto, acometió la empresa su hijo Manco - Cápac, al que acompañó el hijo del señor (Shyri) de las tierras quiteñas o quitumbeñas, con su familia y vasallos, hasta el Titicaca
El primero fundó un
pueblo llamado "Tumbez" en memoria de su padre y el segundo fue
hecho prisionero de unos gigantes que aparecieron en las costas ecuatoriales y
murió en poder de estos enemigos. Temeroso de los gigantes, Quitumbe buscó
refugio en una isla que llamó "PUNA"; pero viendo que era tierra seca
y no llovía, mudó de temple y suelo y se fue a la sierra de Quitu, donde pobló
un pueblo de su nombre. Cuando Quitumbe partió a la sierra dejó abandonada a su
mujer Llira, preñada, y llegando el tiempo, de su parto parió un infante muy
bello a quien su madre llamó GUA-YANAY que quiere decir golondrina. La suerte
de GUAYANAY fue muy desigual y la fábula interviene en los sucesos de su vida,
pero es lo cierto que dejó un hijo llamado Atau, que fue padre de Manco-Cápac,
primer Inca.
Y sucedió que los descendientes de Guayanay habitaron en una isla y allí estuvieron hasta que llegó la ocasión de ser descubiertos, porque el cacique Tome, hermano de Guayanay, que gobernaba los llanos y era señor (Shyri) de Quitu, mandó perseguir a uno de sus hijos por el delito de adulterio que se castigaba con la pena de muerte, y el perseguido se aventuró con su gente al mar y llegó casualmente a la isla en que residía Atau. Por este incidente supo el cacique Atau como había mucha tierra firme por todas partes y cerca de donde estaba. Y como Atau era ya viejo y murió muy pronto, acometió la empresa su hijo Manco - Cápac, al que acompañó el hijo del señor (Shyri) de las tierras quiteñas o quitumbeñas, con su familia y vasallos, hasta el Titicaca
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